En esta pieza busco reflejar la situación que muchas compañías mexicanas, empresas y fabricas han sufrido,
el tener que cerrar sus puertas, al verse derrotados ante gigantes extranjeros cuyo producto parece nunca acabar
y dejar una estela de envases vacios sobre las tumbas de sus insignificantes rivales. Pero la historia nos ha
contado sobre grandes imperios que caen y por siempre nada es eterno.
TÍTULO. POR SIEMPRE NADA ES ETERNO
AÑO. 2008
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